QUEMAR SALE BARATO PARA ALGUNOS

El 60% de los incendios investigados desde el 2000 han quedado impunes

Los jueces de Ponferrada han dictado 17 condenas por delitos de incendio forestal en el Bierzo
La Asociación de Profesionales Forestales ha intervenido en 46 casos ante el juzgado
Carlos Fidalgo /ponferrada/ diariodeleon.es

Más de la mitad de los incendios forestales que han sido objeto de algún tipo de investigación en los juzgados de Ponferrada en los últimos seis años han quedado impunes. Los jueces han decretado la apertura de un procedimiento oral en 30 de los 46 casos en los que ha intervenido la Asociación de Profesionales Forestales (Profor) de Castilla y León desde el año 2000. Y en 17 procedimientos, la instrucción y la vista judicial han servido para condenar al autor del incendio. El número de condenas respecto a los casos en los que ha intervenido Profor supone que el 60 por ciento de los fuegos investigados en los juzgados -la Brigada de Investigación de Incendios Forestales de la Junta de Castilla y León realiza más informes, pero sólo se trasladan a l juez cuando hay algún indicio- han quedado impunes por falta de pruebas; bien para condenar, o bien para que la instrucción del caso avance y se consiga sentar a un acusado en el banquillo, como sucedió en su día con las diligencias abiertas para aclarar la autoría del incendio que en agosto del 2000 se llevó la vida de dos miembros de una cuadrilla de extinción en Oencia. De la veintena de incendios ya juzgados, tan sólo en tres casos los magistrados han decretado la absolución de los acusados. En la última absolución, la sentencia aplicaba la eximente de minusvalía intelectual para no condenar a una vecina de Hornija (Corullón), autora confesa del incendio, a la que, sin embargo, prohibió pastorear en el monte y obligó a indemnizar a la Junta de Castilla y León. Profor lleva años advirtiendo de que el pacto de silencio que funciona en las zonas rurales del Bierzo impide avanzar a las investigaciones. Los habitantes de los pueblos rara vez denuncian a un vecino, y en ocasiones ni siquiera reclaman indemnizaciones ante los tribunales, aún cuando el fuego haya afectado a sus fincas argumentando que ya no le sacan partido. La cultura del fuego, todavía vigente en zonas rurales para la limpieza de fincas, la regeneración de pastos o la caza, está en el fondo del problema